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Las flores no son solo flores.

Son lo que vivieron con nosotros.

Desarrollé la Conservación floral artística

para transformar flores y plantas reales,

mayormente de valor sentimental,

en actos de memoria y homenaje.​​

Cada obra es un testimonio: un inicio, una despedida, una historia que no quiso morir o una emoción que merece permanecer.

 

Mi arte es mi forma de retomar el control sobre lo efímero, haciendo que las emociones y la belleza trasciendan.

He descubierto que son parte de mi proceso de sanación y reinterpretación de la pérdida.

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La evolución de la experiencia y sensibilidad

Este ramo demuestra el antes y después, en el desarrollo de la técnica de Conservación Floral Artística.

Fue realizado en diseño de vista superior (top view). Se puede percibir la oxidación en el paso del tiempo, para posteriormente protegerse y ser utilizados como lienzo, destacando su textura natural y artística.

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Cuando el arte se vuelve

tu autobiografía.

La flor del inicio de la historia de mi familia.

Las flores que despidieron a mi persona favorita.

Cada obra que había realizado contaba una historia que no era mía, hasta que me tocó hacerlo desde mi propio duelo. Se volvió la más valiosa que iba a poseer.

La más íntima y desafiante.

Te presento la obra que me invitó a revolucionar mi técnica.

¿Y si las flores no murieran?

Frida Khalo dijo:

"Pinto flores, así no mueren".

Yo me lo tomé muy literal.

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